Gran número de colaboradores: Viene asociado a desafíos de cultura de seguridad, trabajo remoto, gestión de accesos, identidades y privilegios, así como a la protección de información.

Infraestructura compleja: Diversidad de sistemas, tecnologías y redes que representan un desafío para proteger, monitorear y gestionar.

Compliance: La multi-jurisdiccionalidad y volumen de operaciones devienen en que esten sujetas a múltiples normativas y auditorías de cumplimiento como SOX, GDPR y SOC 2, sin descontar los estándares propios de industrias como HIPAA, PCI-DSS, TISAX, NERC, etc.

Amenazas avanzadas: Las grandes empresas son objetivos tentadores para grupos criminales con capacidades sofisticadas de ataque.

Riesgos de terceros: Dependen y se integran con muchos proveedores y socios comerciales que pueden introducir vulnerabilidades al entorno de la organización.