Día Mundial de la Salud: protegerla del cibercrimen también es cuidarla

Cada 7 de abril, el mundo conmemora el Día Mundial de la Salud, una fecha que marca el nacimiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1948 y que busca crear conciencia sobre temas clave que impactan en el bienestar global. Cada año se elige un lema que oriente la conversación y promueva acciones concretas. En 2024, el llamado fue claro: "Mi salud, mi derecho", recordando que el acceso a servicios de salud seguros y protegidos es un derecho fundamental.

El lema elegido para este 2025 es: “Comienzos Saludables, Futuros Esperanzadores”.

Pero, ¿Cómo garantizar un futuro cuidado si las instituciones que cuidan nuestra salud están constantemente bajo amenaza digital?

La advertencia de la OMS en cuanto a ciberataques

La OMS reconoce que los ciberataques contra instalaciones de salud no solo están creciendo en número, sino que también tienen consecuencias alarmantes. Especialmente por la naturaleza crítica del sector, que lidia diariamente con situaciones de riesgo vital para miles de personas.

Según declaraciones oficiales, estos ataques pueden:

• Interrumpir servicios esenciales
• Comprometer información crítica de pacientes y profesionales
• Y, en última instancia, poner vidas en peligro

En un comunicado reciente, la OMS destacó que las infraestructuras de salud son objetivos críticos debido a su importancia estratégica. En medio de conflictos o crisis, como la pandemia de COVID-19, esta vulnerabilidad se intensificó aún más.

“Los ciberataques contra instalaciones de salud pueden tener consecuencias devastadoras y afectar el acceso de las personas a los servicios esenciales.” — OMS

¿Por qué la industria de la salud es un blanco atractivo?

El sector sanitario reúne todos los ingredientes que atraen a los atacantes:

• Maneja datos sensibles, como historias clínicas, estudios genéticos o resultados de tratamientos experimentales.
• Opera con sistemas muchas veces desactualizados y redes repletas de dispositivos conectados (IoT) sin protección.
• Su urgencia por mantener operativos los servicios lo vuelve más proclive a pagar rescates en caso de ransomware.

Según un informe de IBM Security de 2023, la salud fue el sector más atacado por tercer año consecutivo. Y no se trata solo de robo de información: también se han reportado casos en los que los ataques provocaron demoras críticas en cirugías, atención de emergencias y diagnósticos.

Las consecuencias trascienden lo digital

Un ciberataque a un hospital no es solo un problema tecnológico: es una amenaza directa a la vida humana. Las investigaciones demuestran que las instituciones atacadas ven afectada su capacidad de atención, lo que puede incrementar la tasa de mortalidad.

Además, las pérdidas económicas por estos incidentes superan, en promedio, los 20 millones de dólares por organización, incluyendo costos legales, operativos, reputacionales y de recuperación.

La salud también puede protegerse digitalmente

La OMS ya lo advierte: proteger las infraestructuras críticas de salud es una cuestión de derechos humanos. La ciberseguridad no es solo un asunto técnico, es parte del cuidado integral que requiere este sector esencial.

En este día, es clave ampliar la mirada. Porque cuidar la salud también implica proteger sus sistemas, sus datos y su capacidad de respuesta. En definitiva, blindar la salud frente al cibercrimen es también una forma de salvar vidas.

Conocé más información en el sitio oficial de la OMS

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